Parte
de los usos y costumbres que rigen el buen tono social, es el saber hacer
obsequios.
Condicionados
por la sociabilidad del ser humano, a lo largo del año hacemos regalos por
diversos motivos (una boda, un cumpleaños, la concreción de un negocio o una
devolución de atenciones). Situación similar es la que la que vivimos cuando
somos invitados a una cena en casa de amigos y no sabemos si es correcto llegar
con las manos vacías o llevar, en el común de los casos, una botella de vino.
Regalar
es una actividad intensa, creativa y agradable tanto para la persona que elige
el regalo como para la persona que lo recibe. Sin embargo, muchas veces por
falta de tiempo o de poco conocimiento sobre los gustos del destinatario
compramos los primero que nos parece que es de buen gusto o de utilidad para la
persona que lo recibe. Eso es lo malo de los regalos, que mientras a todos nos
gusta recibir un buen regalo, no a todos les gusta buscar el regalo idóneo.
El
regalo representa una muestra de agradecimiento y una llave que abre muchas
puertas, tanto a nivel personal como empresarial. Es una relación biunívoca, es
decir, suele darse en los dos sentidos. Una parte hace algo, y otra parte
regala algo como muestra de agradecimiento o porque espera obtener algo a
cambio.
En
el ámbito institucional, un obsequio se utiliza para lograr acciones favorables
con clientes, proveedores o con los propios empleados, así como para añadir
cierta cordialidad en los negocios. A grandes rasgos se trata de pequeños
incentivos dirigidos a reforzar el prestigio y la imagen de la empresa.
Detalles a tener cuenta:
- Debe ser de un precio razonable.
- Saber algunos detalles sobre los gustos del destinatario del regalo para poder contar con mejores criterios de selección a la hora de planificar la compra de un regalo.
- Tener siempre en cuenta el origen y cultura del destinatario del obsequio. No es lo mismo regalar a una empresa de origen oriental que una de origen mexicano.
- Recordar que regalos se han hecho con anterioridad a una determinada empresa.
- Tener en cuenta que el regalo suele perdurar en el tiempo, por lo tanto un buen regalo genera un buen recuerdo. Y un buen recuerdo da a la persona una mejor predisposición hacia nosotros
- La presentación es tan importante como el regalo en sí mismo: El exterior de un regalo dice mucho del contenido del mismo y de la persona o entidad que lo remite.
- Si no estamos seguros de que comprar o no contamos un área de relaciones públicas en nuestra compañía, lo ideal sería consultar un Personal Shopper. Se han incrementado en los últimos años empresas dedicadas a este fin que incluso graban logotipos y símbolos de la compañía que hace el presente.
El Ceremonial de los
regalos:
Parte
del arte de regalar, es el ceremonial que se genera alrededor del obsequio. Estas
reglas pueden variar según el origen y cultura tanto del emisor como del
receptor del obsequio. A continuación nombraremos las más destacadas:
- Los regalos tienen que abrirse en el momento de la entrega (En Japón porque ejemplo si el regalo es comida y/o bebida han de ofrecerse al momento de verlas)
- Nunca un regalo corporativo puede ser una prenda personal ni una cantidad de dinero.
- Si la persona que regala no está presente (envió el regalo por otro medio) se le agradecerá por carta formal o bien, si se tiene confianza, por teléfono.
ARP / OPE Ignacio Ezcurra
Dir. Gral.
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